Café, café
Café, café me evoca dos imágenes.La primera es despertarse y saber que lo primero que hay que hacer es poner a calentar la cafetera para comenzar el día con una buena taza de café. Dan ganas de levantarse. Mejor aún, si alguien ya preparó café y uno se despierta con su aroma…
La segunda es estar caminando por una comunidad campesina, la ladera de bosque húmedo con grandes arboles que dan una fresca sombra, con plátanos y otros frutales, hojas acumuladas en el suelo y olor a vida… y llegar a las matas de café adornadas con sus semillas intensamente rojas…
Edgardo Lander