Café Café sugiere un murmullo de tertulia que se manifiesta, más allá de las tensiones y las rutinas enajenantes, en un espacio-tiempo íntimo que nos congrega en torno a una mesa o una barra, donde se cruzan y comparten cálidamente saludos, noticias, agudezas, opiniones, narraciones, saberes y perspectivas.
Café Café evoca el primer gran momento del día, un periplo que se inicia una mañana lluviosa de domingo cuando cerramos los ojos e inhalamos con ebriedad y lenta delectación el perfume de un grano oscuro, de un incienso sagrado que inunda la catedral de nuestros sentidos.
Francisco Javier Velasco